Al finalizar la Universidad, comienzan a surgirte multitud de dudas sobre qué hacer a partir de entonces. En primer lugar, hay que decidir si se quiere comenzar a trabajar o si se prefiere seguir formándose, realizando algún máster o postgrado. Sino siempre queda la opción de complementar ambas cosas, buscando alternativas que permitan trabajar y seguir estudiando a la vez. Como se suele decir, querer es poder y siempre hay postgrados y másteres que se pueden cursar a distancia para la gente que a la vez trabaja.
Si se decide continuar formándose realizando un máster o postgrado, complementado o no con un trabajo, antes de matricularse al mismo, hay formularse y responder la siguiente pregunta: ¿por qué quiero cursar un master o postgrado?
Responder a esta pregunta es de vital importancia para no perder el tiempo. Se suele pensar que el hacer uno garantiza conseguir un trabajo al finalizar el mismo. “¡Ojala fuera así! Sí que es cierto que te puede encauzar a unas prácticas que pueden tener una continuidad pero no se debe uno matricular en un máster o postgrado con la intención de conseguir un trabajo. Si fuera tan fácil, todo el mundo querría invertir en un master para obtener un trabajo” apunta el experto en RRHH, Juan Martínez.
Hay que tener otro tipo de inquietudes para cursarlo; por ejemplo, ampliar formación en cierta materia que pueda ser interesante. El saber no ocupa lugar. El master ha de ser el punto de partida ya que no siempre será una puerta abierta para un trabajo.
Por eso, hay que seguir contestando preguntas como ¿Cuál de todos los disponibles cursar? ¿Cuánto puedo gastarme? ¿Qué institución elegir? ¿En qué modalidad?
Hay que decantarse por uno que ayude a especializarse y que complemente de alguna forma los estudios previos. Tampoco hay que olvidarse que tiene que ser sobre alguna área que resulte interesante. Se trata de tiempo invertido en complementar formación y posiblemente, en obtener una especialización en lo que va a ser el área de un futuro trabajo.
No hay que caer en la trampa de pensar que el máster o postgrado más caro es el mejor. Obviamente es importante saber con exactitud el presupuesto máximo que se puede invertir para realizarlo. Siempre existen fórmulas alternativas de financiación que permiten ir pagándolo poco a poco.
Llegados a este punto, lo más complicado es elegir la institución donde cursarlo. Hay que estudiar al detalle el programa que imparten en cada uno de ellos; si el curso es solamente teórico o si también alterna la práctica como forma alternativa de enseñanza. Es muy importante que esté enfocado lo máximo posible al mundo empresarial, a la vertiente laboral que queremos escoger y que se ajuste a la realidad del mercado laboral.
Finalmente, es importante averiguar si a la finalización del máster, ofrecen la realización de prácticas en alguna empresa. Es primordial comparar la oferta de varias Universidades o centros privados. Lo importante es que hay que tener paciencia y no precipitarse. Hay que estar seguro de qué centro elegir para evitar luego arrepentimientos de última hora.
Si se decide continuar formándose realizando un máster o postgrado, complementado o no con un trabajo, antes de matricularse al mismo, hay formularse y responder la siguiente pregunta: ¿por qué quiero cursar un master o postgrado?
Responder a esta pregunta es de vital importancia para no perder el tiempo. Se suele pensar que el hacer uno garantiza conseguir un trabajo al finalizar el mismo. “¡Ojala fuera así! Sí que es cierto que te puede encauzar a unas prácticas que pueden tener una continuidad pero no se debe uno matricular en un máster o postgrado con la intención de conseguir un trabajo. Si fuera tan fácil, todo el mundo querría invertir en un master para obtener un trabajo” apunta el experto en RRHH, Juan Martínez.
Hay que tener otro tipo de inquietudes para cursarlo; por ejemplo, ampliar formación en cierta materia que pueda ser interesante. El saber no ocupa lugar. El master ha de ser el punto de partida ya que no siempre será una puerta abierta para un trabajo.
Por eso, hay que seguir contestando preguntas como ¿Cuál de todos los disponibles cursar? ¿Cuánto puedo gastarme? ¿Qué institución elegir? ¿En qué modalidad?
Hay que decantarse por uno que ayude a especializarse y que complemente de alguna forma los estudios previos. Tampoco hay que olvidarse que tiene que ser sobre alguna área que resulte interesante. Se trata de tiempo invertido en complementar formación y posiblemente, en obtener una especialización en lo que va a ser el área de un futuro trabajo.
No hay que caer en la trampa de pensar que el máster o postgrado más caro es el mejor. Obviamente es importante saber con exactitud el presupuesto máximo que se puede invertir para realizarlo. Siempre existen fórmulas alternativas de financiación que permiten ir pagándolo poco a poco.
Llegados a este punto, lo más complicado es elegir la institución donde cursarlo. Hay que estudiar al detalle el programa que imparten en cada uno de ellos; si el curso es solamente teórico o si también alterna la práctica como forma alternativa de enseñanza. Es muy importante que esté enfocado lo máximo posible al mundo empresarial, a la vertiente laboral que queremos escoger y que se ajuste a la realidad del mercado laboral.
Finalmente, es importante averiguar si a la finalización del máster, ofrecen la realización de prácticas en alguna empresa. Es primordial comparar la oferta de varias Universidades o centros privados. Lo importante es que hay que tener paciencia y no precipitarse. Hay que estar seguro de qué centro elegir para evitar luego arrepentimientos de última hora.
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