Entre las aulas de la EOI de Fuenlabrada

Son las nueve menos cinco de la mañana y por los pasillos de la Escuela Oficial de Idiomas los alumnos se dirigen hacia sus respectivas clases según el nivel en el que estén. Marisol Prieto nos enseña su carnet de estudiante: NI2 inglés, o lo que es lo mismo, nivel intermedio dos de inglés. Nos explica que los cursos de idiomas están diferenciados en 3 grandes bloques: nivel básico, intermedio y avanzado. A cada uno de estos tres bloques le corresponden dos años. Seis años para adquirir el certificado oficial de la Escuela Oficial de Idiomas, seis años que se pueden acortar haciendo pruebas de nivel para poder optar a niveles superiores sin estar obligado a cursarlos.

Suena un timbre, como en las antiguas escuelas, que anuncia el inicio de las clases de por la mañana. Los alumnos entran en las aulas, unas aulas que constan de antiguas sillas con reposadero para poder escribir. No existen ni las filas, ni las mesas, ni el sentarse en última fila. Todos los alumnos se disponen en círculo para fomentar el debate, el diálogo y la participación, porque si algo es esencial en la EOI de Fuenlabrada es aprender los idiomas practicándolos in situ. No es raro oír al unísono a los alumnos repetir frases enteras o palabras para mejorar la entonación.

Volvemos a encontrarnos con Marisol Prieto en el descanso de las clases a las once y media. Hoy ha tenido que presentar el resumen de un libro que se ha leído. Nos comenta que todos los meses presenta cada alumno un libro, material que casi siempre cae en los exámenes finales orales. “El explicar a tus compañeros una y otra vez el resumen te ayuda a corregir fallos y el día del examen prácticamente puedes contarlo de memoria y sin titubear”, comenta Marisol entre calada y calada a su cigarillo. Marisol es la dueña de una autoescuela y siempre había querido aprender el inglés, una meta autoimpuesta que lleva cumpliendo ya 4 años. “Sobre todo y, después de 4 años, ya me siento segura para acudir a las clases de conversación que de forma opcional se ofrecen después de las clases” dice, “y si un inglés me para en la calle y me pregunta ya no le contesto el típico ‘I don´t speak english’, ahora puedo guiarles en su búsqueda de una calle”.

Marisol acude, como el resto de alumnos, dos veces por semana a la Escuela Oficial en horario de mañana. La EOI de Fuenlabrada también ofrece horarios por la tarde para aquellos que lo prefieran. Los diferentes niveles de idiomas se reparten por horas y el alumno se tiene que adaptar a ellos, aunque coinciden con horas asequibles.

Michael Buesa, profesor de la EOI nos invita a apuntarnos a la escuela, pues coincide con la apertura de matrícula para el año siguiente. No sólo podemos aprender inglés, sino que también se imparte francés o alemán. Michael adora su trabajo, explica que las personas que acuden a la EOI tienen muchas ganas de aprender y con ellas su capacidad para hacerlo aumenta. Se exponen al idioma de una manera más abierta, más relajada y la estructura de las clases les permite aprender un idioma sin grandes presiones. “Aquí tenemos alumnos de todas las edades: madres que dejan a sus niños en el colegio y acuden a estudiar, universitarios, trabajadores, etc., cada año las plazas para los alumnos se quedan pequeñas y con ellas nuestra escuela”.

Suena el timbre que anuncia el final de las clases. Es lunes y el miércoles vuelven a verse las caras, con una nueva presentación de un libro, con nuevas palabras, con nuevas ilusiones.

Y ahora la escuela se ha trasladado a la Calle Islandia de Fuenlabrada para dar mejor cabida a sus alumnos. Su director, José Manuel Pineda explica el motivo del traslado en el siguiente video de sermadridur.com: